EL CAMBIO ESTÁ DE MODA


EL CAMBIO ESTÁ DE MODA 


Cuando nos planteamos el problema del cambio climático, lo primero que se nos viene a la cabeza son las dietas veganas, los discursos de Greta Thunberg y los tweets negacionistas de Trump. Sin embargo, la industria de la moda es la segunda más contaminante sólo después de la petrolífera y se ha convertido en uno de los aspectos más peligrosos que contribuyen al problema climático. Está en nuestras manos la posibilidad de reducir su amenaza.
¿Qué es el Fast-Fashion?
El principal problema del modelo actual de la moda es el concepto de Fast-Fashion. Cada año se producen 100.000 millones de prendas en todo el mundo que fomentan un desproporcionado consumo en ropa de baja calidad, barata y rápidamente desechable, siguiendo un modelo de usar y tirar. 
Anualmente, se desechan 15 millones de toneladas de ropa sólo en EEUU que terminan en vertederos y el mar contribuyendo al aumento de microplásticos procedentes de las fibras sintéticas.
 “La ONU  declara como emergencia medioambiental la Fast-Fashion.” 

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Además de el impacto medioambiental, este Fast-Fashion también afecta a vidas humanas: Mujeres y niños en países como Bangladesh o China trabajan durante jornadas de 8 horas, seis días a la semana por un euro a la hora, para mantener su ritmo.
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"Comprar menos es más" 
Son muchas las posibilidades que se nos presentan a favor de abandonar este camino:
Buscar anteponer la calidad a la cantidad con prendas procedentes de modelos de producción sostenibles, concienciarnos de  nuestras formas de consumo o usar ropa de segunda mano, son algunos de los aspectos que contempla el Slow-Fashion.Resultado de imagen de slow fashion

Como ciudadanos, no debería resultarnos difícil sumarnos a esta práctica ya que se nos ofrecen muchas estrategias para colaborar.
Recicla y dona tu ropa: Puedes encontrar contenedores a tu disposición donde dejar las prendas que no uses, iniciando un proceso de reciclaje de tejidos.

Transforma la ropa: Diviértete experimentando con cortes y tintes y dale una segunda vida a tu ropa vieja.

Promueve el intercambio y haz dinero con tu ropa utilizando populares apps que te permiten comprar, vender e intercambiar.
Concienciación ciudadana: Busca etiquetas que posean alguna certificación o sello de calidad ecológica para comprobar si las prendas textiles contienen sustancias nocivas.
Lucia Reviriego, Paloma Calero, Diana López Portillo y María José Lozano



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